jueves, 4 de febrero de 2010

Notre-Dame junto al Sena



Óleo sobre lienzo. 81 x 65. Cuadro integrante de la última exposición que tuvo lugar en la Sala de Exposiciones de "La Carcel" en Molina de Segura, clausurada el pasado día 29 de Enero de 2010.

8 comentarios:

ricardo emilio bianco dijo...

agradecido por tu visita y comentario. he recorrido tu blog y me han sorprendido tus cuadros. no tengo dominio de la palabra para explicar lo sentido, envidio la capacidad de Rosa y Alvaro, solo puedo decirte que la luz y el preciocismo de tus paisajes urbanos me ha encantado.

Antonio Verdú Asís dijo...

Gracias Ricardo por tu comentario y bienvenido a mi blog. Rosa y Álvaro son dos buenos amigos y en adelante tu también. Un abrazo.

Begoña S.R. dijo...

Tienes un dominio total de la luz.

Felicidades y gracias, es todo un lujo poder pasear por tu espacio.

Un abrazo

Antonio Verdú Asís dijo...

Gracias Begoña por tus palabras, me alegra mucho que te guste mi trabajo.

Un abrazo.

Jota Ele dijo...

Mi querido Antonio,

como explico en mis blogs, llevo un tiempo sin poder atender vuestros blogs, porque estoy trabajando a destajo. Lamento mucho este retraso en comentar tu magnífico cuadro y te pido perdón por ello.

Sin embargo, más vale tarde que nunca y he de decir que me encanta esta vista de Notre Dame.

Me encan, sobre todo, la tonalidad de color que le has dado, además de tu siempre poderoso y ágil dibujo.

Te pido disculpas de nuevo.

Un abrazo.

Antonio Verdú Asís dijo...

No te preocupes Jota, no tengo nada que disculpar, muy al contrario, siempre estarte agradecido por todos tus comentarios, la foto del Retiro, y un largo etc. Gracias por tu comentario, me agrada muchísimo. Yo últimamente tengo los blogs un poco abandonados, pues el trabajo ahora me deja mucho menos tiempo libre, no obstante yo siempre estoy ahí, y aunque no haga comentarios visito todos los blogs amigos.
Un abrazo muy fuerte.

Rosa Cáceres dijo...

Ya sabes que es el cuadro preferido de Javier. Será porque él conoce Notre Dame. A mí también me encanta.

pedrodecampos dijo...

El cielo cerrado, borrascoso, parisino como él mismo, invita a la intimidad de la delectación y al recogimiento, a la religión y a la ensoñación. Van Gogh en su interpretación más vigorosa, el Sena con su gris mestizo de cualquier tarde de otoño del viejo París, los muelles solitarios que cualquier transeunte mira en su melancolía desde la otra orilla. Una obra maestra, Antonio.