lunes, 31 de mayo de 2010

CARAVACA DE LA CRUZ. CASTILLO Y SANTUARIO DE LA VERA CRUZ.



La localidad de Caravaca de la Cruz se encuentra situada al norte de la provincia murciana, un tanto distante de la capital. Próximo trascurre el caudal del río Argos, que le sirve de enlace entre varias regiones cercanas como la cuenca del Segura. El castillo se sitúa en un pequeño y alto cerro, posición que le sirve para dominar el amplio territorio circundante.
Las primeras noticias históricas son de época prerromana.

Formó parte del reino Taifa de Murcia. Con Alfonso X el Sabio pasa a manos castellanas, en 1243, y se lo dará a Berenguer de Entenza para su dirección.

Pasará a formar parte de uno de los territorios de la Orden del Temple. Posteriormente será escenario de confrontaciones entre varias familias nobiliarias. El castillo perdió importancia en el siglo XVII y desapareció.

La leyenda cuenta que a un sacerdote prisionero, ante su empeño de dar misa, tuvo una aparición. Esto ocurría frente la atónita mirada del rey moro Ceyt Abu Ceyt, que a partir de aquel instante se convirtió rápidamente al cristianismo. Las crónicas, tanto árabes como latinas, cuentan la historia de la conversión de tan insigne personaje.

Su planta es de forma poligonal, adaptándose a la morfología del terreno donde se encuentra ubicado y que le sirve de defensa. A lo largo de sus muros se levantan una serie de estructuras de forma cúbica y torres, de formas diferentes, que son el elemento defensivo más característico. Posee torre del homenaje y una puerta de acceso custodiada por una torre de forma cuadrada. Algunos muros aparecen almenados.

La torre del homenaje era el elemento cristiano por excelencia de estas obras defensivas. En el castillo de Caravaca la torre del homenaje recibe el nombre de torre Chacona, en memoria del personaje que mandó levantarla, Don Juan Chacón. Esta torre se ha transformado en un lugar para habitar, desposeyéndola de sus antiguas funciones. Sus dimensiones son mayores que las del resto.
Uno de los aspectos más significativos del castillo es la ubicación en su interior del santuario de la Vera Cruz y el convento. Esta obra está fechada desde el siglo XV, cuando comienzan las obras al siglo XVIII, siglo en el que finalizan. Destaca su portada de estilo churrigueresco con amplia decoración de mármoles, dándole un gran matiz decorativo al conjunto.
La impresionante obra arquitectónica de Caravaca se levanta en piedra. El sistema constructivo utilizado es la mampostería, donde la piedra apenas se trabaja. Para las partes nobles, es decir, para los vanos, puertas, torre del homenaje y esquinas, se utiliza el sillar. La piedra dota al edificio de un aspecto compacto. Alternará elementos cristianos y árabes, fusión muy utilizada por el arte mudéjar.
El proceso de desaparición del edificio comenzó en el siglo XVII y se comenzó a construir el santuario. En etapas recientes se han realizado reformas y reestructuras que le han hecho perder sus características laicas. Las reformas emprendidas estaban destinadas a mantener la fortaleza durante muchos años. Fue declarado Monumento Nacional en 1944.