
Óleo sobre lienzo.
81 x 65.
El castillo de Vélez-Blanco se alza sobre un cerro rocoso que domina en altura la localidad del mismo nombre, en la provincia de Almería.
Vélez-Blanco se sitúa al norte de la provincia de Almería, bastante alejada de su capital provincial. Se localiza próxima a la frontera con la vecina Murcia. Su comunicación es buena por su cercanía con la carretera nacional.
El origen del castillo se remonta a la época musulmana. La plaza fue reconquistada por los Reyes Católicos en el año 1488. En el año 1506, se iniciaron las obras de construcción del nuevo edificio, sustituyendo la anterior fortaleza musulmana. Al año siguiente se creo el marquesado de los Vélez. Pedro Fajardo Chacón fue el primero que ejerció el título y quien residirá en el castillo.
Es una obra de claro estilo renacentista, se divide en dos partes, una cuadrangular y otra casi hexagonal. La primera es una zona que se une con la parte principal del castillo por medio de unos arcos que llevan a la puerta de acceso. La segunda, posee siete torres además de la torre del Homenaje. Las torres tienen la misma altura que los muros.
Un aspecto significativo es la proliferación de elementos decorativos. En el exterior podemos observar los enormes ventanales que se abren en sus muros y las bolas rematando sus almenas.
En el interior destacaba el patio, una hermosa obra claro exponente del estilo del renacimiento italiano, compuesto por dos niveles con arcos de medio punto apoyados en columnas de orden corintio realizadas en mármol blanco, sus techumbres y yeserías. Este patio fue vendido, en el año 1904, al Museo Metropolitano de Nueva York junto con otros elementos.
El material que se utilizó para levantar esta impresionante obra defensiva de estilo renacentista es la piedra. Se usaron dos tipos de sistemas constructivos. Por un lado la mampostería, piedra apenas labrada, predominante en los muros. Por otro lado el sillar presente en zonas angulares de las torres.
El edificio fue restaurado en el siglo pasado. Posteriormente se fueron reconstruyendo los pisos de sus torres y intentando devolverle el esplendor que tuvo en épocas pasadas a pesar de que algunas de sus estructuras originales no se pueden reemplazar.
Es de propiedad privada, y se destina a uso turístico.